Era cuestión de tiempo de que los dos se acabaran volviendo locos, era cuestión de tiempo que el secreto a voces ya no fuera un secreto, sino una historia que iría corriendo de boca en boca, una historia que la gente contaría a su manera sin pensar en las personas implicadas y en el daño que podían hacer.
Ella miraba a su alrededor, estaba rodeada de gente si, pero se sentía sola. Él era lo primero en lo que pensaba cuando se levantaba por la mañana y se dormía pensando en su mirada, en como la miraba. Las noches eran interminables, ella estaba inquieta, sudorosa, se despertaba una y otra vez entre sollozos, incluso tenía pesadillas, pero ¿pesadillas de que...? no tenía sentido tener pesadillas sobre algo que se había ido construyendo a escondidas y en su imaginación, ni siquiera ellos dos eran nada, eran simples almas pérdidas en un mundo que les absorbia, un mundo en el que tenían que ocupar un lugar que les estaba ahogando lentamente. Ella sentía una soga a su cuello que poco a poco iva apretándola cada vez más y que seguiría apretándola durante mucho tiempo, más del que ella nunca hubiera imaginado.
Pedía ayuda a gritos, pero nadie la escuchaba, pedía ayuda con sus ojos, pero nadie la miraba, pedía ayuda con sus gestos, su actitud, pero nadie se daba cuenta.
Los días no eran días, las noches no eran noches si él no estaba, se estaba consumiendo poco a poco...su mirada risueña se había convertido en una mirada triste, pérdida, nada tenía sentido para ella sin él, él era la razón de su existir, él era la savia que la daba vida, era el único agua que la saciaba, era duro pero era así, la vida les había unido, por alguna extraña razón el uno había aparecido en la vida del otro.
¿Y él?, ¿Qué pasaba con él?, ¿Qué sentía él?, ¿Que era lo que le rondaba por la cabeza?, ¿También él pasaba las noches en vela?, ¿También era ella su primer y último pensamiento?, o simplemente era ella la única que estaba sufriendo esa temible enfermedad para la que no existe cura, esa enfermedad con nombres y apellidos que se llama AMOR PROHIBIDO.
lunes, 26 de diciembre de 2011
domingo, 18 de diciembre de 2011
Juego peligroso
Después del cumpleaños, Lucía y Camino no hacían más que hablar de ese día, de lo bien que se lo habían pasado y de lo agusto que estuvieron, y es que a Lucía le había llamado la atención Hugo, se sentía atraída por él y claro Camino y Adrián eran los intermediarios de esta situación, un juego que cada vez iba siendo más peligroso para ellos, aunque eso si ante los demás era la excusa perfecta, aunque Iván cada vez estaba más enfadado, pero siempre la acababa perdonando.
Camino estaba en una situación comprometida ya que a su amiga Elena también le gustaba Hugo y era la que en un principio iba a ir al cumpleaños, pero ultimamente no había muy buena relación entre ellas y Lucía era su amiga de la infancia, su amiga de toda la vida, y como dice el dicho en el amor y en la guerra todo vale.
Las siguientes semanas entre ellos fueron de lo más intensas hasta que un día en uno de esos cambios de clase en los que saltaban chispas entre ellos, ya que era el momento en el que se intercambiaban las notas que se habían escrito, ya era todo un ritual entre ellos, Camino recibió una carta, las lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas nada más empezar a leerla...
" Es mejor que sólo seamos amigos Camino, que dejemos de estar así...me gustas mucho pero Iván es mi amigo no se merece esto...lleváis ya 2 años juntos y la gente está muy contenta con vosotros....es mejor que yo desaparezca de tu vida...." no pudo seguir leyendo por ningún motivo se hubiera esperado esto, la siguiente hora la recordaría el resto de su vida, los tres tenían que estar en las misma clase.
Su contestación fue la siguiente, "¿por qué?, no entiendo nada...". Sus amargas lágrimas estaban siendo consoladas por Iván, quien no entendia muy bien que estaba pasando pero se podía imaginar por donde iban los tiros, la clase era un ir y venir de notas entre los dos, Iván impasible sabía que no podía hacer nada...
Ella lo único que quería era que la clase terminara, irse a su casa, meterse en la cama y despertar al día siguiente como si todo hubiera sido un sueño...
Camino estaba en una situación comprometida ya que a su amiga Elena también le gustaba Hugo y era la que en un principio iba a ir al cumpleaños, pero ultimamente no había muy buena relación entre ellas y Lucía era su amiga de la infancia, su amiga de toda la vida, y como dice el dicho en el amor y en la guerra todo vale.
Las siguientes semanas entre ellos fueron de lo más intensas hasta que un día en uno de esos cambios de clase en los que saltaban chispas entre ellos, ya que era el momento en el que se intercambiaban las notas que se habían escrito, ya era todo un ritual entre ellos, Camino recibió una carta, las lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas nada más empezar a leerla...
" Es mejor que sólo seamos amigos Camino, que dejemos de estar así...me gustas mucho pero Iván es mi amigo no se merece esto...lleváis ya 2 años juntos y la gente está muy contenta con vosotros....es mejor que yo desaparezca de tu vida...." no pudo seguir leyendo por ningún motivo se hubiera esperado esto, la siguiente hora la recordaría el resto de su vida, los tres tenían que estar en las misma clase.
Su contestación fue la siguiente, "¿por qué?, no entiendo nada...". Sus amargas lágrimas estaban siendo consoladas por Iván, quien no entendia muy bien que estaba pasando pero se podía imaginar por donde iban los tiros, la clase era un ir y venir de notas entre los dos, Iván impasible sabía que no podía hacer nada...
Ella lo único que quería era que la clase terminara, irse a su casa, meterse en la cama y despertar al día siguiente como si todo hubiera sido un sueño...
viernes, 16 de diciembre de 2011
Feliz cumpleaños
Las semanas iban pasando, Camino iba estando cada vez más confundida, más que nunca estaba encerrada en su mundo interior, intentando buscar un por que de todo lo que estaba pasando. Lo tenía claro, quería a Iván, por supuesto que le quería pero, ¿qué pasaba con Adrián?, ¿que era lo que realmente la turbaba por dentro?, ¿era él en si mismo?, ¿eran esos pensamientos que no la dejaban concentrarse en nada?, ¿eran esos sentimientos prohibidos hacia él, lo que la quitaba el sueño?
Llegó su cumpleaños, y como era de esperar Adrián la invitó, por aquellos entonces Hugo y Elena una de sus amigas estaban tonteando, serían los celestinos perfectos para ellos dos, aunque todo el mundo pensara que era al revés. Todo estaba preparado la hora, el lugar...pero el día antes Camino recibió una llamada:
-Hola Camino, soy Elena
-Dime ¿qué quieres?
-Tengo una mala noticia, no voy a poder ir al cumpleaños, mi padre me ha castigado.
-Jobar Elena pues yo sola no voy a ir al cumpleaños
-Diseló a Lucía, seguro que ella quiere acompañarte
-No sé, si ni siquiera conoce a Adrián y a Hugo, alomejor a ellos no les hace gracia que vaya
-Camino sabes que no te van a poner ninguna pega.
Efectivamente no hubo ninguna problema y Camino estaba encantada ya tenía compañía para ir al cumpleaños, aunque evidentemente quedaba la otra parte intentar que Iván no se enfadara mucho, que ya empezaba a sospechar sobre la relación entre ellos dos.
Camino le prometió que no estarían mucho tiempo, que quedaría con él más tarde y se irían juntos a casa, da igual lo que los dos dijeran ella iba a ir al cumpleaños y él se iba a enfadar todo era puro teatro para ambos tener la conciencia más tranquila.
Ya era viernes, era por la tarde y Camino y Lucía se estaban preparando para ir al cumpleaños, en media hora tenían que ir al lugar donde habían quedado, ellos pasarían a recogerlas en moto.
Nada más verse el tuvo el primer detalle, estaban en pleno invierno e ir en moto empeoraba aún más las cosas.
-Toma póntela, te vas a quedar helada sino.
-Gracias.
Era una sudadera suya y esque esa noche estuvo llena de detalles, insignificantes quizás para los demás pero ellos los llevarían para siempre en su memoria. Al bajarse de la moto él la regaló un peluche, fue una tontería pero Camino no necesitaba nada más
Llegaron al bar y la noche fue perfecta, además entre Lucía y Hugo hubo muy buena conexión desde el principio, no sabían tampoco esa noche lo que el destino les tenía deparados a ellos, cosa que ayudó a que los dos estuvieran centrados simplemente el uno en el otro, no podían dejar de mirarse.
Lucía y Camino fueron al baño y la afirmación no tardó en llegar, porque si era un afirmación, era un secreto a voces.
-Camino estás enamorada de Adrián.
-Ella asintió con la cabeza
Pronto empezó a sonar el teléfono, era Iván, las estaba esperando para acompañarlas a casa, la noche había pasado volando.
Cuando salieron estaba nevando, demasiado bonito para ser todo cierto.
Llegó su cumpleaños, y como era de esperar Adrián la invitó, por aquellos entonces Hugo y Elena una de sus amigas estaban tonteando, serían los celestinos perfectos para ellos dos, aunque todo el mundo pensara que era al revés. Todo estaba preparado la hora, el lugar...pero el día antes Camino recibió una llamada:
-Hola Camino, soy Elena
-Dime ¿qué quieres?
-Tengo una mala noticia, no voy a poder ir al cumpleaños, mi padre me ha castigado.
-Jobar Elena pues yo sola no voy a ir al cumpleaños
-Diseló a Lucía, seguro que ella quiere acompañarte
-No sé, si ni siquiera conoce a Adrián y a Hugo, alomejor a ellos no les hace gracia que vaya
-Camino sabes que no te van a poner ninguna pega.
Efectivamente no hubo ninguna problema y Camino estaba encantada ya tenía compañía para ir al cumpleaños, aunque evidentemente quedaba la otra parte intentar que Iván no se enfadara mucho, que ya empezaba a sospechar sobre la relación entre ellos dos.
Camino le prometió que no estarían mucho tiempo, que quedaría con él más tarde y se irían juntos a casa, da igual lo que los dos dijeran ella iba a ir al cumpleaños y él se iba a enfadar todo era puro teatro para ambos tener la conciencia más tranquila.
Ya era viernes, era por la tarde y Camino y Lucía se estaban preparando para ir al cumpleaños, en media hora tenían que ir al lugar donde habían quedado, ellos pasarían a recogerlas en moto.
Nada más verse el tuvo el primer detalle, estaban en pleno invierno e ir en moto empeoraba aún más las cosas.
-Toma póntela, te vas a quedar helada sino.
-Gracias.
Era una sudadera suya y esque esa noche estuvo llena de detalles, insignificantes quizás para los demás pero ellos los llevarían para siempre en su memoria. Al bajarse de la moto él la regaló un peluche, fue una tontería pero Camino no necesitaba nada más
Llegaron al bar y la noche fue perfecta, además entre Lucía y Hugo hubo muy buena conexión desde el principio, no sabían tampoco esa noche lo que el destino les tenía deparados a ellos, cosa que ayudó a que los dos estuvieran centrados simplemente el uno en el otro, no podían dejar de mirarse.
Lucía y Camino fueron al baño y la afirmación no tardó en llegar, porque si era un afirmación, era un secreto a voces.
-Camino estás enamorada de Adrián.
-Ella asintió con la cabeza
Pronto empezó a sonar el teléfono, era Iván, las estaba esperando para acompañarlas a casa, la noche había pasado volando.
Cuando salieron estaba nevando, demasiado bonito para ser todo cierto.
viernes, 9 de diciembre de 2011
¿Normalidad?
Después de aquel momento las cosas se habían calmado un poco entre ellos, la normalidad aparentemente había vuelto a sus vidas, pero no podían engañarse, todo había despertado y ahora simplemente estaba dormido, los dos andaban sonámbulos dando vandazos, pero era cuestión de tiempo que volvieran a encontrarse.
Los mensajes, las notas, las miradas entre ellos volvían a estar de nuevo cargadas de esa inyección de adrenalina que inundaba su cuerpo. Camino no quería que todo eso volviera a pasar pero era inevitable, no podía fingir más, y aunque cada día intentaba borrarlo de su mente ,la idea se perpetuaba en su cabeza y una tarde de navidad cuando estaba con su amiga Lucía confesó su pecado.
-Lucía estoy enamorada
-Ya lo sé, hacéis muy buena pareja Iván y tú
-No Lucía, no es Iván...
-Camino m estás asustando ¿Quién es?
-Es Adrián, te prometo que he intentado evitarlo pero no he podido, no entiendo como pero sí estoy enamorada de él.
-¿Que vas a hacer?
-No sé...
Ese no sé sonó tan profundo que Lucía no fue capaz de decir nada, simplemente abrazarla, Camino se sentía aliviada, por lo menos alguien más era complice del amor prohibido...
Los mensajes, las notas, las miradas entre ellos volvían a estar de nuevo cargadas de esa inyección de adrenalina que inundaba su cuerpo. Camino no quería que todo eso volviera a pasar pero era inevitable, no podía fingir más, y aunque cada día intentaba borrarlo de su mente ,la idea se perpetuaba en su cabeza y una tarde de navidad cuando estaba con su amiga Lucía confesó su pecado.
-Lucía estoy enamorada
-Ya lo sé, hacéis muy buena pareja Iván y tú
-No Lucía, no es Iván...
-Camino m estás asustando ¿Quién es?
-Es Adrián, te prometo que he intentado evitarlo pero no he podido, no entiendo como pero sí estoy enamorada de él.
-¿Que vas a hacer?
-No sé...
Ese no sé sonó tan profundo que Lucía no fue capaz de decir nada, simplemente abrazarla, Camino se sentía aliviada, por lo menos alguien más era complice del amor prohibido...
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